La dueña de casa es tan descarada, porque está segura de que se la va a meter toda. Y aunque se la meta en la boca, no se molestará. Así que el negro metió a la perra rubia en la jaula y luego la emborrachó de esperma, para que recuerde cómo debe comportarse en la casa del amo.
Me encantan las chicas a las que no les importa alegrar ellas mismas el viaje de un desconocido. Así es, para qué perder el tiempo en charlas ociosas, si puedes acostarte con él. Así que la morena optó por el camino más corto para conocerse - a través de una mamada. A juzgar por sus alegres ojos - ¡estaba satisfecha con la degustación!
Quien quiera hacer otro episodio, que venga a mi cuna.