La asiática acarició suave y largamente la polla con su lengua, sin olvidar también los huevos. Trabajó cada milímetro, mientras gemía tan lánguidamente que su compañero quería follarla. Su polla cabía entre sus hermosos pechos, y sus rosados pezones se hinchaban. Se tumbó y quiso que se corriera dentro de ella. Acabar sobre su barriga le producía un placer especial. Se acarició la polla con la mano. Ojalá tuviera una asiática así, porque son todas tan temperamentales.
Sí, se engañaba a sí misma por teléfono con su novia que podía conseguir que su padre, que se lavaba en la ducha, tuviera sexo con ella. Sobre todo porque su madre no estaba en casa. Así que lo sedujo por un reto. Estas hijas son tan malvadas, sólo para ganar la apuesta y parecer guapas. Pero a papá le hizo gracia. ))
Puedo parecer anticuado, pero me encanta el vello púbico y no puedo evitarlo. Yo mismo me habría follado ese jugoso coño peludo, pero el machote se me adelantó. Rubia en el cuerpo. Tiene mucho que aguantar y mucho que meter. Y la forma en que grita con pasión y pone los ojos en blanco. Se nota que le gusta la polla. Es una cosa joven. Con una tía buena así, se te pondrá dura como una piedra).
La pareja es hermosa, pero todo es demasiado primitivo. ¡Quiero más, por ejemplo, más posiciones inusuales!