En esta versión la señora tuvo mucha suerte - se encontró con un hombre muy temperamental y persistente - ¡se la folló largo y tendido! Y con bastante seguridad - con un condón. Aparentemente al hombre le gustan las mujeres tan delgadas. Pero la señora no tuvo tiempo de mostrar sus habilidades como masajista - ¡ni en el cuerpo de un hombre, ni en su polla! ¿Quizás no es una masajista, sino una señora de guardia?
Lo que buscaba la desconocida, y eso consiguió, porque sabía que se la iban a follar, y a juzgar por los gemidos hasta le gustaba tal follada, mira, como va y viene, hasta el hombre se cansó de follarla.